LA SILLA ADIRONDACK
Una silla que casi nadie la conoce por su nombre, pero que todos hemos visto sobre todo en casas de veraneo de los Estados Unidos.
Esta silla es un clásico de la decoración norteamericana, que se diseñó para decorar una residencia familiar de verano como un mueble de exterior.
Según el Museo Adirondack cada verano en Westport, un hombre llamado Thomas Lee disfrutaba al aire libre en su jardín de su familia, sin embargo notaba la necesidad de tener muebles en el patio para poderlo disfrutar de manera completa.
Y así, en 1903, en el jardín del frente de su casa, Thomas Lee empezó a clavar pedazos de madera creando una nueva silla para mostrarla a su familia de 22 miembros. La cómoda silla de madera con respaldo inclinado fue todo un éxito. Su objetivo principal era disponer de un cómodo asiento para disfrutar del fantástico paisaje de las montañas de Adirondack.
Llamada en un inicio silla Westport, en honor al pequeño pueblo donde nacieron en el Lago Blue Mountain, en el estado de Nueva York, en 1904 Bunnell pidió la patente de la silla, pasando a llamarse Adirondack, la silla Westport. En el verano de 1905, y sin el conocimiento de Lee, recibió la patente por una pieza de mueblería que se convertiría en una de las más reconocidas de todos los tiempos. Hoy en día una de las piezas originales de Bunnell.
Es así, como tras la controvertida historia detrás de esta silla, Lee logró no sólo hacerle el verano más confortable a su familia, sino a los cientos de miles de personas que a lo largo de un siglo hemos disfrutado de su comodidad con un buen libro o gozando de un lindo paisaje.
