Un icono del siglo XX: la silla Gaulino

Un icono del siglo XX: la silla Gaulino

Un icono del siglo XX: la silla Gaulino

Hoy os vamos a hablar de la silla Gaulino. Una silla muy especial para nosotros, ya que durante muchos años fabricamos dicha silla para Carlos Jane Camacho. Os podemos decir con seguridad como fabricante de sillas, que fue una de las sillas con más complejidad de fabricación, ya que el diseño de Oscar Tusquets exigía mucha perfección en las acotaciones y acabados.

La silla Gaulino diseñada en 1987, presentada al público el 21 de Octubre de 1987 en Vinçon. Barcelona fue seleccionada en el Premio de Diseño Industrial y el Adi-Fad de 1989 y en el Iberdiseño de 1990. Desde entonces ha figurado siempre en las retrospectivas del Diseño Español, tanto en exposiciones como en publicaciones, y se ha convertido en un referente del diseño del siglo XX en nuestro país.

 

Según dijo Oscar Tusquets “En esta obra, algún crítico ha detectado mi admiración por Salvador Dalí pero, cuando la vi acabada, me pareció que las influencias evidentes provenían de Antoni Gaudí y de Carlo Mollino: por esto la silla se llamó Gaulino. Aunque su apariencia es totalmente artesanal, la Gaulino fue mi primer proyecto realmente industrial en madera; allí me di cuenta de lo que las maquinas podían llegar a hacer. Aprendí y me divertí mucho y lo considero uno de mis mejores trabajos.»

Una silla que ha sufrido algunas modificaciones a lo largo de los años.

En sus inicios se fabricó en madera de roble, dando ese aspecto tan elegante. Más adelante se fabrico en madera de haya, fue una versión que se utilizó más para hostelería.

De la silla Gaulino se hizo una familia entera. Silla, silla con brazos, banqueta, taburete, mesa de centro y mesa de comedor, aunque de estas dos últimas se hicieron pocas unidades.

gaulino 2

La silla Gaulino se caracteriza por esas formas sofisticadas, de aspecto artesanal pero a su vez casi totalmente mecanizada. Se inspira en el mundo óseo de Gaudí y también en el universo italiano de Carlo Mollino, de aquí su simbiótico nombre Gau-lino. Hay que destacar el asiento de esta silla, muy cómodo fabricado en cuero de vaquilla en natural o teñido de diferentes colores.

La silla Gaulino, una silla que no pasará nunca de moda.


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